El Centro Nacional de Golf, pulmón verde en el corazón de Madrid
El Open de España, uno de los torneos más antiguos y relevantes de Europa Continental, vuelve al calendario del European Tour y atraerá de nuevo a grandes jugadores al Centro Nacional de Golf.
La sede de la Real Federación Española de Golf acogerá la 91ª edición del Open de España del 12 al 15 de abril, tras haber sido anfitrión del torneo en 2007 cuando Charl Schwartzel se adjudicó tan preciado trofeo.
Inaugurado el 7 de marzo de 2006, a lo largo de estos años, ha visto crecer a jóvenes promesas y algunos de los mejores jugadores del mundo, como Jon Rahm, número dos del ranking mundial que durante dos años integró el equipo de la Escuela Nacional compaginando sus estudios con el golf de alto rendimiento.
En 1990, la Real Federación Española de Golf, el Ayuntamiento de Madrid y el Consejo Superior de Deportes firmaron un convenio para la construcción de un campo de golf público en Madrid, y aunque tardó quince años en materializarse, el resultado fue un campo de carácter público y popular que ha acogido el Challenge de España en 2006, el Open de España en 2007, y el Madrid Masters en 2009; un campo urbano con una boca de Metro a menos de 500 metros y parada de las líneas de autobús 67 y 82 en la puerta.
Las obras comenzaron en abril del 2002 y el Centro Nacional de Golf abrió sus puertas en 2006 con el objetivo de promocionar y acercar este deporte a todos, misión que Seve Ballesteros abanderó en nuestro país y por todo el mundo.
El Comité de la «Green Section» de la RFEG ha trabajado a conciencia en la implementación de estrategias sostenibles para la conservación de los recursos naturales y el medioambiente, siempre enfocadas a garantizar el disfrute y la satisfacción de los jugadores que cada día acuden a sus instalaciones.
El proceso de optimización del agua regenerada y mejora de la eficiencia comenzó en 2015 con la reducción de zonas de riego entre tees y calles. En 2016 se llevó a cabo el rediseño del sistema de riego y se recolocaron más de 450 aspersores, con el objetivo de priorizar la línea de juego manteniendo el riego de greenes, calles y tees.
Actualmente, el campo presenta un aspecto más seco de lo habitual para esta época del año, debido a que las condiciones climáticas, muy baja pluviometría y fuertes heladas, no han favorecido la aparición de hierbas autóctonas en las zonas secas tras el verano. A pesar de ello, se ha conseguido un paisaje mucho más natural y la jugabilidad ha mejorado considerablemente.
La remodelación de la cancha de prácticas el pasado verano a césped artificial, transformó la zona de entrenamiento con cinco greenes y nuevos puntos objetivos a distintas distancias. Se cubrieron 7.000 metros cuadrados con hierba artificial, ahora mucho más eficiente y sostenible, respetuosa con el medio ambiente, sin necesidad de utilizar agua para regarla.
El proceso de transformación del Centro Nacional de Golf ha sido reconocido por la máxima autoridad del golf en el mundo, R&A en St. Andrews, como ejemplo de gestión eficaz y responsable en el uso del agua. A nivel nacional, estas medidas han contribuido al reconocimiento de la RFEG con el premio ‘Paz por la Paz 2017. La Paz y el Agua’, otorgado por la Fundación Ana de Paz, por su concienciación y aportación al mundo del deporte en general en favor de la naturaleza, el agua y la salud. Fuente: European Tour/ RFEG